miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mejores Instituciones Publicas.

Si realmente nuestros gobernantes quisieran Instituciones públicas como lo son Pemex, CFE, IMSS, etc., deberían empezar por cambiar el sistema vertical e ineficiente en las que están organizadas, este sistema de pirámide se congestiona desde lo alto de la pirámide es decir desde la Presidencia de la República quien paraliza muchas de las decisiones.







Si deseáramos fortalecer a las Instituciones bastaría con quitarle algunas responsabilidades, o separando o vendiendo las partes que pueden funcionar por sí mismas y no son estratégicas, un ejemplo Pemex Petroquímica.







El exceso de funciones entorpece, pero es un hecho que toda burocracia se defiende cuando le quitan responsabilidades. Una ecuación fundamental rige el mundo de la burocracia: más presupuesto es más poder; más poder es más presupuesto. Habría que hacerse la pregunta ¿Si valdría la pena que las entidades públicas tengan más funciones para no darle ganancia a los privados? Ya que en nuestro país existen empresas privadas muy grandes que hacen de todo y son rentables. Incluso estar en varios sectores les permite apoyarse en sus respectivas actividades para ganar más, otro ejemplo Grupo Carso.







Antes me sonaba lógico pero es mera teoría y en nuestro país aún más. En la práctica los privados lo pueden hacer porque tienen la capacidad de cerrar las actividades que no les dejan dinero, porque despiden a la gente que sobra o simplemente la mueven de lugar, porque toman decisiones con mucha mayor rapidez y rinden cuentas a sus accionistas.







Pero la quiebra disciplina, muchos corporativos lo han aprendido como las armadoras de vehículos americanas. La burocracia no quiebra, sólo pide más dinero. Si no da los servicios a los que se comprometió, no es desplazada por otra empresa, los ciudadanos somos los que dejamos de ir al IMSS y, aunque ya lo hayamos cubierto con nuestras cuotas, pagamos el servicio médico de nuestra bolsa o hacemos cola hasta que nos atiendan en el Ministerio Público. No hay alternativa.







Si realmente queremos instituciones públicas, hay que limitar sus funciones a lo esencial. Sólo si éstas las cumplen bien se puede ir ampliando su ámbito de responsabilidad. Así nos ahorraríamos mucho dinero, y también tendríamos mejores servicios públicos. Tendríamos menos derechos, pero serían de verdad y no mera promesa en el papel o una excusa para contratar person

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